1000 historias

Estoy en la orilla de un lago, un lago rodeado de esos árboles tan verdes, con las montañas a mi izquierda que aún muestran algunas manchas de nieve, con las nubes fundiéndose con el verde y el blanco, difuminando poco a poco el bosque.

Creo que estos últimos meses he estado tan ocupado pasándomelo bien que me he olvidado de escribir.

Dentro de un rato, mi amiga va a llegar desde el otro lado del lago con su kayak, y entonces tendré que empezar a pedalear los 25km  de bicicleta de carretera, la penúltima parte de la carrera. La primera parte debe de haber terminado hace ya un rato, el esquí alpino, quien le pasó el testigo al esquiador nórdico. Después hay un corredor, una ciclista de montaña, el kayak, el bicicleta de carretera y, finalmente, canoa. Hay más de 100 equipos que han venido de muchos sitios distintos, muchos de los cuales son profesionales. Nosotros desde el principio decidimos que no intentaríamos ganar, simplemente iríamos a pasarlo bien. Esta carrera se llama «Snow to Surf», y es muy conocida.

Debo llevar unos 45 minutos esperando, y seguramente aún tendré que esperar mucho más. Mañana tengo una presentación oral para la clase de inglés donde tengo que personificar la empatía, y como sabía que hoy tendría mucho tiempo me llevé el papel para estudiar, pero tan pronto como me he puesto a memorizarlo me han entrado ganas de escribir.

Me acuerdo que después del 26 de enero, día en que miré las listas de seleccionados y vi mi nombre, tuve que esperar 7 meses hasta poder empezar a vivirlo. 7 meses que pasaron lentos. Ahora ya llevo casi 8 meses aquí, más de lo que tuve que esperar antes de venir, y estos meses han pasado tan rápido… Ya se empieza a ver el final, pero en vez de aceptarlo y estar triste es momento de ponerse en marcha y vivir el tiempo que queda aún más intensamente que todos los meses pasados juntos, es momento de aprovechar el buen tiempo y no parar. Y me alegra saber que tengo muchos planes, y muchas ganas de hacerlo todo.

Tengo 1000 historias más para contar, pero ahora me toca descansar, que hoy ha sido un día duro y necesito dormir. Os dejo algunas fotos de estos últimos meses (me gustaría poner fotos de Snow to Surf pero aún no las tengo).

La isla de Vancouver, el mar, y al otro lado el continente

Seattle

Seattle

El amanecer desde la estación de esquí, antes de empezar un día de snowboard

Conocer

A veces todavía pienso que todo ha sido un error. Que yo no debería estar aquí. Que alguien se equivocó al poner mi nombre en esa lista, o que realmente no estaba ahí y yo me lo imaginé. Que ese primer correo donde me decían que iba a estudiar en Comox Valley no era para mí. Pero aquí estoy. 

La suerte que tengo de poder estar aquí es tan grande que me cuesta creer que sea real. Puedo estar muy contento de tener esta oportunidad. 

Y, siendo consciente de esta gran suerte que he tenido y que no todo el mundo puede tener, he decidido aprovechar al máximo esta experiencia. 

Hubo días difíciles, todos sabíamos que los iba a haber, pero quiero hablar de los otros días, de esos en los que dices «hoy ha sido un gran día«, y te sientes la persona más feliz del planeta, y no podrías estar más orgulloso de haber tomado esa decisión que cambió tu vida. 

Hace unas semanas, mis amigas canadienses me invitaron a una fiesta de Halloween, y esto ilusionaría a cualquiera, ya que hacer amigos era una necesidad si quería aprovechar este año. Y en la noche de la fiesta, ocurrió algo que realmente me hizo sentir muy bien conmigo mismo. Fuimos a dar un paseo, y terminé andando descalzo sobre la fría carretera mojada, bajo el cielo oscuro, 2 ciervos pasaron cerca de mí, y estaba con mis nuevas amigas. Eso me hizo sentir que ya formaba parte de esta realidad, y esto me gusta y me reconforta. 

Esa misma noche, mis amigas empezaron a decirme las cosas que íbamos a hacer en los 8 meses que me quedaban. Una me dijo que en invierno trabaja en la estación de esquí, y que posiblemente podrá conseguirme un descuento y me llevará a esquiar. Otra me dijo que por la primavera me llevarán a hacer una excursión en una pequeña isla muy bonita, donde hay flora que no existe en ningún sitio aparte de esa pequeña isla. «Tienes que probar la poutine». «Si te gusta el sirope de arce tienes que probar el maple taffy, algún día vamos a hacer«. Ellas van a hacer de mi experiencia lo que yo quería que fuese, o probablemente algo todavía mejor. 

Dejando de lado que la lluvia ya es como un gran amigo para mí (en octubre llovió nada más ni nada menos que 28 días), no podría estar más contento con el sitio. Es lo que yo buscaba en Canadá: verde, bosques, montañas nevadas alrededor. 

Y, tal y como nos han dicho desde el principio, la mejor parte de la experiencia es conocer. Conocer gente nueva, conocer paisajes nuevos, conocer idiomas nuevos, conocer culturas nuevas. Teniendo estas ganas de descubrir, el otro día me gustó mucho poder participar en un ritual aborigen. Me sentí afortunado de poder vivir en primera persona una cultura como esta. Porque, repito, lo mejor de mi experiencia va a ser conocer y descubrir.

Novedades

Pues después de 18 días aquí creo que ya era hora de escribir algo.

Un viaje muy largo, demasiadas horas sin dormir y, una vez en el destino, un jet lag que me hacía ir a dormir a las 20:30 y despertarme antes de las 5. Pero después de pasar por todo esto, ya estoy viviendo y haciendo vida normal (todo lo normal que puede ser, pues a veces aún me pregunto qué hago aquí) en Canadá.

¿Sabéis lo típico que hace la gente de esperarse lo peor de alguna cosa para que luego pase lo que pase puedan sentirse bien? Pues creo que yo hice lo mismo sin darme cuenta. Pensaba que realmente lo pasaría muy mal los primeros días, que estaría todo el día deprimido. Los días anteriores a irme hasta quería quedarme en Barcelona, en mi zona de confort, y continuar mi vida normal. Y obviamente fue duro despedirse de la familia y de los amigos, y obviamente tengo mis momentos de bajón, pero no lo he pasado tan mal como esperaba. Y que 10 meses pasan muy rápido, no me habré enterado y ya estaré de vuelta a casa.

Y con solo 18 días aquí ya tengo claro que el año que viene no sé cómo voy a poder vivir sin el Tim Horton’s, los waffles, los pancakes y , sobretodo, el sirope de arce.

Acostumbrarme a los horarios tampoco me ha costado mucho. La cena es a las 18h, pero como he comido temprano y poco, tengo suficiente hambre. El problema llega unas horas más tarde, cuando llega el hambre, pero siempre que puedo como alguna cosita antes de irme a la cama.

La comprensión del idioma también va muy bien. Al principio iba un poco perdido, pero en 3 o 4 días ya podía entender a casi todo el mundo (mi hostbrother habla muy rápido y de cosas muy raras, así que aún no le entiendo, y tengo mis dudas sobre si dentro de 10 meses le entenderé o aún no). Hablarlo cuesta un poco más, pero poco a poco voy mejorando.

Y, sin duda, lo que más me gusta es la cantidad de cosas que puedo hacer aquí. Siempre me ha encantado ir de excursión y hacer actividades en la naturaleza, y he tenido mucha suerte con la familia que me ha tocado, ya que tienen los mismos gustos que yo y son muy activos. En estos días ya he podido hacer varias cosas, como ir de excursión a ver unos lagos o hacer kayak con el distrito escolar, y no me imagino la cantidad de actividades que haré en el tiempo que me queda. Y solo en estos días ya he visto ciervos (están por todas partes), focas (que también está lleno), leones marinos y osos, ¡y en 11 días voy a ir con el distrito escolar a ver ballenas!

Y ahora tengo que ir a dormir, que mañana hay clases. Cuando pueda continuaré escribiendo mi aventura.

 

Realidad

Desde que me creé este blog tenía varias entradas pensadas y quería ir publicándolas por orden. Pero después de mucho tiempo sin escribir he decidido que esta entrada era más importante que las otras. Esto ya es real.

Primera prueba: examen escrito

Una vez enviada la solicitud, estuve un poco más de 2 semanas esperando el día del examen. Quería estudiarme algo, pero en ningún sitio decía de qué nivel era la prueba. Por lo que al final no estudié nada, excepto repasar un poquito (un poquito muy poquito) los apuntes del colegio del año anterior y mirar una ficha para practicar el First que me pasó una amiga.

Conociendo a los otros becados

Pues hoy ha sido un gran día. Uno de los mejores de mi vida, podría llegar a decir, aunque parezca una exageración. Por fin nos hemos conocido en persona los becados catalanes (y 1 menorquina y 1 mallorquina).

Cómo descubrí las becas y por qué decidí apuntarme

Era un día normal, como cualquier otro, en el colegio. En un momento cualquiera mi mejor amiga soltó un comentario como cualquier otro, sin darle toda la importancia que terminaría teniendo para los 2. «¿Sabes qué, Iu? Mi padre descubrió unas becas que da Amancio Ortega para ir a estudiar el 1º de bachillerato en Estados Unidos, y creo que me voy a apuntar».

Explicación detallada de las becas

Para empezar me gustaría decir 2 cosas:

• Hay cosas que dije el otro día que han cambiado o pueden cambiar. Por ejemplo, dije que justo antes de ir a Canadá nos reuniríamos todos los becados en Madrid, y ya sabemos que esto no va a ser los días que pensábamos y no vamos a ser todos juntos, ya lo explicaré cuando toque. Supongo que hay otras cosas que pueden cambiar, que ya iré diciendo cuando me vaya enterando.
• En la parte derecha del blog podréis encontrar un nuevo apartado llamado «Otros blogs». Allí podréis ver los blogs de otros becados de la 4ª edición.

 

Y ahora a lo que toca:

Cartel informativo

El Programa de Becas de la Fundación Amancio Ortega ha dado este año 500 becas en España para estudiar el Grado 11 (equivalente a 1º de bachillerato) en Canadá o Estados Unidos. El objetivo de estas becas es el aprendizaje del inglés, aunque también hay la parte de aprender a vivir durante 10 meses lejos de casa y sin tu familia, lo que probablemente augmentará la madurez.

en 3 febrero, 201620 febrero, 2016 por iuvilasecaen Antes del viaje, PresentaciónDeja un comentario

Presentación

¡Hola! Soy Iu Vilaseca, de Barcelona, y soy un Spanadian 4.0.

No es la primera vez que intento hacer un blog, y en todos los anteriores no publiqué más de 3 artículos. Espero que en este caso pueda ser constante y no dejarlo a medias, ya que creo que éste es un muy buen motivo para escribir un blog y compartir mi experiencia.